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sábado, 24 de marzo de 2018

Bronco : lo que tenía escondido Canadá


Cuando te encuentras revisando la escena musical canadiense y te encuentras con una banda que ha alternado con varias que has disfrutado y hasta has escrito sobre ellas en tu blog, significa que vale la pena prestarle atención. Bajo el nombre de Bronco encontramos un cuarteto de Quebec que ha compartido escenario con The Hazytones, Evil Can Evil y Sandveiss, un grupo que tiene en su front-woman su carta de presentación y en el hard rock setentero su inspiración.

Bronco nació a finales de 2013 frente a las orillas del río San Lorenzo, en el distrito de Limoilou y en pleno centro de la ciudad de Quebec, Canadá. Con la idea de crear música basada en el viejo hard rock a partir de los conceptos implantados por Black Sabbath, cuatro chicos decidieron juntarse para ensayar y comenzar a componer cosas propias: Jean-Francis Gascon en la guitarra, Gabrielle Bègin en las vocales, Frederic Fortier en el bajo y Dave Latouche en la batería. 


Al poco tiempo entrarían al Studio Marie-Louise para grabar lo que sería su primer EP, un material con cinco temas llamado Hell Racers que sería publicado de manera independiente en octubre de 2014. En dicho disco se puede encontrar a una banda influenciada por el hard blues sesentero y el hard rock setentero a través de riffs de guitarra directos y una voz femenina a primer plano tratando de lanzar su hechizo como si fuera una dulce sirena de crueles intenciones.

Sin embargo, a unos cuantos meses del lanzamiento del Hell Racers la banda sufrió la salida de su baterista, quien fue sustituido inmediatamente por Rejean Lacroix. Lejos de perder fuerza, Bronco consiguió con su nueva adquisición identidad y contundencia en su sonido. Fue así que el grupo se concentró a crear nuevos temas y un nuevo espacio para mejorar lo alcanzado con su EP.


En la primera mitad del año 2016, Bronco grabaría su álbum debut en el Studio du Roi bajo la supervisión técnica, mezcla y masterización de Jaques Montmigny y Eric Pfalzgraf. Este material sería bautizado con el nombre de Modern mythology y tendría como principal diferencia con antecesor un sonido mucho más penetrante e intenso, mismo que sería logrado al registrar los instrumentos de manera directa y en vivo en el estudio.

Modern mythology es un potente álbum de guitarras mucho más distorsionadas que transforman el hard blues que originalmente tocaba la banda hacia la aspereza del proto-doom y los primeros momentos del heavy metal de los setentas. Aunque serían re-grabados "Hazy lies" y "Trompe la mort" que originalmente habían sido publicados en Hell Racers para imprimirles mayor fuerza, los restantes siete temas muestran una evolución evidente en el estilo del grupo: guitarras distorsionadas, cambios de ritmo para enriquecer las melodías y composiciones bien estructuradas que muestran la capacidad interpretativa de cada integrante de la banda. 


Un torso desnudo sobre dos simétricos corceles negros nos atrapa la mirada, pero el sonido crudo y desbocado termina por enamorar las neuronas. El debut de Bronco bien nos puede llevar desde el rock potente de gran voltaje y notas entrecortadas que se escucha en "122 dB" hasta el sentimiento blusero de ritmo cadencioso y sensual de "Machine". El veneno con el que ataca la banda canadiense está contenido en "Never ending dance" y en "Starting again", par de temas que confiesan su gusto por el hard rock setentero directo y sin contemplaciones. 

Pero si deseamos explicar todo lo que contiene el Modern mythology en un solo tema, su inaugural "Falling free" resultad ideal para nuestro cometido. El disco arranca con un riff aletargado y misterioso heredero del primer Tony Iommi, pero una vez que pasan algunos segundos, el tema agarra su propio paso hasta obligarnos a llevar su trote con los pies y levantar el puño con la mano cornuta. Mientras la bella Gabrielle entona una apocalíptica lírica sobre la delgada frontera que divide al mundo de las pesadillas de la cruel realidad, muertos vivientes danzan bajo la tonada de los instrumentos alrededor de una fogata ritual a la mitad de la noche con la intención de rendir culto a los poderes malignos que se ocultan en la obscuridad y las tinieblas. Ritmo infeccioso y maligno, pausas exactas para remarcar las figuras de la melodía y una voz embrujada que nos hace caer rendidos a sus pies... ¿qué más podemos pedir?


"La pesadilla comienza tan pronto como despiertes. La realidad comienza tan pronto finjas. La verdad salió a la luz cuando la evidencia fue olvidada. La respuesta desapareció cuando la pregunta fue abierta. Si hay un paraíso en el cielo, nosotros perdimos la escalera y la llave. Si una vez los ángeles pudieron volar, nosotros quemamos sus alas y ahora están en caída libre. Una imagen de otro mundo, de un lugar de donde no pertenezco. Una generación de monos tomó el control y desde entonces todo salió mal. No tengas miedo a un apocalipsis zombie porque ya estamos viviendo en él, así que cierra todas las puertas y ventanas porque el fin del mundo vendrá mucho antes que tú..."


Tras escuchar con detalle lo hecho por Bronco hasta este momento, nos queda claras las razones por las cuales el cuarteto de Quebec ha logrado alternar con aquellos grupos que están conformando una verdadera escena del hard rock en Canadá. Sin temor a equivocarnos, Bronco tiene todo en sus manos para convertirse en referencia del proto-doom de su país junto con gente como Blood Ceremony o Cauchemar, pero ésto quedará demostrado cuando la banda publique su siguiente disco y logre establecer su sonido en pos de un estilo propio. Estemos atentos...



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