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sábado, 4 de noviembre de 2017

Blood Ceremony : entre hadas, duendes y amantes



Un viejo cuento escoces narra la historia de Janet, una hermosa mujer que decide internarse en los bosques de Carterhaugh para salir de la rutina en la que vivía dentro de las paredes de piedra en el castillo de padre. Al arrancar una rosa, la joven se encuentra con Tam Lin, el cuidador de los bosques encantados quien de niño fue robado por la Reina de las Hadas y lo transformó en una criatura mágica. Ambos caen enamorados y juntos intentan romper el hechizo. En la noche Halloween, el mundos de los seres místicos y se une con el de los humanos. A medianoche, los amantes deberán quedar abrazados a pesar de cualquier conjuro. Tam Lin y Janet lograrán su cometido, pero la amargura de la Reina de los Elfos demostrará sus deseos por él y hará entender la razón por la cual pagaba un tributo a los infiernos cada siete años a través de un sacrificio.

A través de esta vieja leyenda, Blood Ceremony abrió su cuarto álbum titulado Lord of Misrule, material publicado en marzo de 2016 a través de Rise Above Records. Con a intención de mantener la misma receta de The Eldritch Dark (su producción anterior), la banda originaria de Toronto, Canadá retomó historias del folklore europeo y guiones cinematográficos del género de terror y suspenso para crear una colección de temas infecciosos que inmediatamente enamoran al escucha e intrigan a los curiosos.


Blood Ceremony es una banda de melodías arrebatadas y sonido afilado. En The Eldritch Dark (reseña-review) todo queda bajo un velo de misterio y obscuridad para perdernos dentro de sus laberintos, pero Lord of Misrule nos ofrece todo el arsenal bajo el resguardo de la banda sin límites ni contemplaciones. Las neblinas del material anterior lo convierten en un discoagresivo por momentos y seductor en otros, pero para esta última producción todo queda al desnudo gracias a confesar sus pecados y no ocultar sus influencias musicales.

La banda canadiense ha sido considerada como un grupo de occult rock que mezcla la acidez psicodélica de los años 60's con el hard rock de los años 70's, pero para esta ocasión Blood Ceremony juega con los ritmos para ofrecernos un amplio horizonte que va desde su proto-doom ya conocido hasta un pop vintage, pasando obviamente por el movimiento progresivo inspirado en la música barroca y el folk acústico. 


Al escuchar detenidamente los nueve temas que conforma el cuarto disco de los canadienses, podemos descubrir a un grupo que ha roto sus cadenas para sobrevolar parajes pop que eran inimaginables en sus materiales anteriores. El juego de teclados y mellotron de "Lorely" nos recuerdan los primeros momentos de la psicodelia, aunque el ritmo de "Flower phantoms" termina por colorear la obscura imagen que tenemos de Alia O'Brien sobre el escenario. Sin embargo, no todo son dulces arco iris, ya que podemos escuchar algunos pasajes crudos como en "Old fires" y sus guitarras entrecortadas o en "The Rogue's lot" con aquel sabor a proto-doom que ha distinguido a la agrupación desde su formación.

El recuerdo melódico por lo alcanzado en The Eldritch Dark se escucha claramente en "Half moon street" como si éste se tratara de un track no incluido; pero Lord of Misrule no se queda varado en el confort de lo alcanzado y se avienta al abismo de la experimentación. En varios instantes del disco se puede escuchar el horizonte auditivo que el movimiento progresivo de los años setentas construyó a base de virtuosismo y un anhelo por recuperar sonidos creados en siglos pasados. "The weird of finistere" nos ofrece una suave balada que sublima el misticismo que rodea a Blood Ceremony hasta alcanzar un extraño mundo onírico, pero todo intento de transformación queda claro en "Things present, things past" con su melodía acústica que recuerda los primeros momentos de Jethro Tull o The Moody Blues gracias a sus acordes de guitarra y figuras de flauta transversal.


Para aquellos que requieren un puente que comunique los sonidos que identificaban a Blood Ceremony con su nuevo sendero auditivo, "The devil's widow" es el tema ideal que cumple con dicho cometido. La zozobra avanza lentamente por el suelo hasta que de manera intempestiva todo se convierte en una melodía agresiva y acelerada a través de la áspera guitarra de Sean Kennedy. Mientras Alia O'Brien dota de voz a la despechada Reina de las Hadas frente a la fuerte voluntad de Janet, los cambios melódicos a cargo de Lucas Gadke en el bajo y la intensidad de la batería en manos de Michael Carrillo sirven de telón perfecto a la épica historia sobres duendes que pasean a caballo en la medianoche de Día de Todos los Santos. Salvajes pasajes eléctricos chocan directamente contra tenues aires acústicos, logrando que el tema se convierta en un universo de posibilidades como reflejo de la historia que narra.


"El clima nunca cambia a través de los ayeres olvidados. Engendrados en la neblina, todos mis hijos son como uno dentro de los bosques de Carterhaugh. Indiferentes, sueñan con demonios invisibles que bailan en su bacanal. Diversiones y placeres son lo mejor de la vida. Sin preocuparse del mañana, viviendo sólo por el presente. La errante mirada muerta está protegida del mundo a pesar de que sea demasiado tarde. Ellos no pueden hacer nada más que permanecer ahí, ya que de cualquier manera no hay nada para ellos allá afuera. Todos pastan mi justicia, todos excepto Tam Lin el fugitivo. Te has ido y has estropeado todo lo ocurrido, Decidiste abandonarme. Las cosas que dices no son parte de tí, pero te están transformando. Eras una sombra que brincaba sobre mis paredes. Has abandonado la escena y has dejado a tu reina dentro de Carterhaugh... Tam Lin, mi amor, se ha ido."


Durante 2016 y 2017, Blood Ceremony estuvo de gira promocionando su Lord of Misrule con otras bandas como Beastmaker, The Admiral Sir Cloudesley Shovell y Cauchemar, entre otros. Los aires de cambio modificaron las tendencias sonoras mantenidas por la banda durante varios años, pero ahora las posibilidades han incrementado y todo es posible ahora. Sin traicionar su estilo, el cuarteto canadiense abre el abanico para demostrarnos su capacidad compositiva y su calidad interpretativa. Ahora debemos esperar cuál será el nuevo as bajo la manga que se develará en el siguiente disco de Blood Ceremony, pero éste será seguramente el que establezca al grupo como la mejor banda canadiense de occult rock.


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