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viernes, 6 de enero de 2017

Muñoz : distorsión que queda entre hermanos


Hace varios meses escribíamos sobre el camino realizado por la banda brasileña Son of the Witch para llegar a la publicación de su abismal Thrones in the sky (reseña-review), y en dichas líneas se hablaba del apoyo realizado por la productora Abraxas quien los había llevado a alternar en septiembre de 2015 con Kadavar y dos bandas locales más: Monster Coyote y Muñoz. Ya con la espina clavada sobre lo que está ocurriendo con la escena independiente del país sudamericano, los oídos no han dejado vibrar con todo lo surgido desde la amazonia y el resto del territorio carioca, por lo que nos dimos a la tarea de investigar sobre una de estas bandas...

Abraxas a organizados diversos conciertos con Cattarse, Ruinas de Sade, Necro o Muddy Brothers, pero otra banda ha sido la encargada de abrir las presentaciones a gente del nivel de los norteamericanos Radio Moscow, los franceses Mars Red Sky, los suecos Truckfighters o The Vintage Caravan de Islandia. Unos cuantos click a través del océano de la internet nos llevó a lo creado por un par de hermanos originarios de Mineiros, Goiás alrededor del blues electrificado, el stoner y la psicodelia más cruda posible: Muñoz. 


Los hermanos Mauro y Samuel Fontoura formaron en el año 2012 a Muñoz cuando ellos radicaban en la ciudad de Uberlandia, en el estado brasileño de Minas Gerais. Inspirados para varios dúos que a partir del blues electrificado desarrollan su propio sonido como lo hecho por The White Stripes, The Black Keys o Royal Blood, diversas bandas brasileñas han creado sus proyectos musicales como The Red Boots y El Negro, donde la distorsión y el estruendo se convierten en un instrumento más para crear monstruos sonoros de gran calidad; pero al escuchar lo hecho por Muñoz sabemos que este par de músicos han construido su nombre con su esfuerzo propio.

Por medio del apoyo de las disqueras Chezz Records e Infrasound Records, Muñoz publicó en octubre de 2014 su álbum debut bajo el título de Nebula, disco grabado por Rafael Vaz en el Caverna Estúdio. Los ocho temas originales y el cover a Cactus que conforman el material discográfico son una muestra de lo que se puede hacer con arsenal de efectos de distorsión para una guitarra eléctrica, la fuerza bruta para golpear la batería y el sentimiento de un par de hermanos aferrados a explotarle las neuronas a quien se atreva poner un pie en sus terrenos. Sin piedad ni compasión, los Fontoura nos sorprenden por su gran imaginación y gran capacidad interpretativa que sin duda hacen temblar la tierra desde sus cimientos. 


El reptil ha mostrado sus fauces a través de las aguas obscuras del río de la distorsión y el efecto eléctrico, analógico lamento que se combina a la perfección con aquellas percusiones que siempre han acompañado al hombre. El ruido se llena de energía y en un solo rugido se hace escuchar para demostrar su poderosa presencia, sonido ensordecedor que guarda en su interior una melodía, un sentimiento de pesadez que encuentra su liberación en la explosión y el grito.

Sin prisa ni temor, Nebula nos sumerge en el blues pantanoso más distorsionado posible donde también se puede saborear el calor desértico del stoner californiano, permitiendo además que la acidez de la vieja psicodelia entre por las venas para llevar a un fuerte viaje lisérgico del cual será difícil salir. Desde el sosiego de la inaugural "Run" hasta la explosión sonora de "Snowball" pasando por el mágico blues lleno de slide guitar de "Change my ways", el álbum debut de Muñoz lleva al escucha por las diferentes posibilidades del ruido convertido en música gracias a la deformación del sonido eléctrico y el riff alterado


La primera muestra que Muñoz hizo pública de su Nebula fue "Hey ya", tema que no puede negar su origen en el blues más negro y que aprovecha el poder del eco y la reverberación para regalarnos una obra llena de intensidad. Riff directo que es acompañado por una batería sepulcral, marcha fúnebre que permite los vuelos de una guitarra ácida mientras juega con la melodía vocal, densa sonata que libera los demonios internos a través de su lamento.

"Una mujer me llama por mi nombre mientras dice que sabes toda la verdad. Ella lo lee todo en la mano, pero no tuvo nuevas noticias. Tú vives mientras yo miento. El techo cae sobre mi cabeza, el frío invade la habitación y el muro no esconde mi pena, tan sólo corta mi raíz..."

Con un trabajo visual realizado por Luiz Soufe y Sandrow Almeidan a través de Ancora Filmes, Muñoz promocionó "Hey ya" como sencillo de su primer material. El video nos recibe con el cadáver de una mujer tendido sobre el suelo mientras un hombre de sombrero y pala en mano cubre los restos humanos con una manta. El asesino decide tomar un relicario del pecho de la mujer, enciender otro cigarro y arrancar su auto deportivo para escapar de la escena del crimen. Un solo golpe en el rostro fue que el logró desprender la vida a la bella dama, ahora sólo queda el recuerdo del momento y el correr del carro por los polvorientos caminos. Un viaje ácido hace perder la noción al monstruo hasta que un golpe sobre el toldo hecho por un policía de caminos lo regresa a la realidad. El relicario delata los hechos sangrientos, pero la furia de una bestia de fuerte mordida logra la huida del criminal.


La erupción caótica que dieron origen a los sonidos que crearon a Nebula, con el paso del tiempo ha toma su cauce para conformar Smokestack, segundo disco de Muñoz publicado en septiembre de 2016 que bebe directamente del stoner del nuevo siglo. Sin embargo, el calor del fuego original regresa a nuestros oídos para degustar la potencia de una banda que comienza a tener nombre propio en su natal Brasil y que está logrando llamar la atención fuera de dichas fronteras gracias a su calidad sonora, fuerza interpretativa e imaginación creativa a las que no debemos dejar de poner atención...



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