Vistas de página en total

miércoles, 17 de febrero de 2016

Heat : una sangrienta devoción sobre la carretera



Un viejo Dodge Charger V8 corre a toda velocidad por el asfalto de una olvidada carretera en medio de una zona boscosa. Una serie de asesinatos en dicho sendero han llenado de horror y muerte el ambiente. Un jugoso cargamento dentro de la cajuela trasera del vólido conllevará a una serie de enfrentamientos, persecuciones y  asesinatos. 

Esta es la reseña de la película alemana Trip, la cual fue estrenada en su primera versión en el ciclo de cortometrajes organizado en México conocido como "Mórbido Film Fest " en su edición de 2013. Robert Kuchenbuch, el conductor protagonista de la cinta, nos ahoga con su frialdad y dureza a través de una historia de traición y muerte. Dirigida por Armin Riedel y con la fotografía de Jens Spöri, el film nos muestra una colección de rudas escenas llenas de autos, sendas polvorientas y sangre hasta saturar la pantalla. Catalogada como "rock n' roll action roadmovie", Trip nos ofrece un catálogo de rolas necesarias en la colección de cualquier fanático del hard rock vintage, mismas que fueron compuestas e interpretadas por una sola banda: Heat.


La musicalización de dicha cinta corre a cargo de Heat, quienes colocaron como soundtrack gran parte de su Labyrinth, segunda placa de la banda que fue publicada en agosto de 2014 por medio de This Charming Man Records. Las siete canciones que lo conforman son un recorrido por el aquel viejo rock fuerte y directo que se hizo en los años setentas, ese que busca tronar las bocinas mientras logra agitar las melenas.  

Una pléyade de bandas que ahora son leyendas forman parte de la influencia directa de estos alemanes: Thin Lizzy, Black Sabbath, Deep Purple, UFO, Scorpions o Wishbone Ash. Sin embargo, más allá de su escuela, Heat se encuentra dentro del circuito de grupos que están creando a través del su gusto por lo "retro" hasta conformar su propio sonido como los suecos Graveyard y Horisont o sus compatriotas Wedge y Kadavar. 


Conformados en Berlín durante 2010, Heat se ha hecho de un espacio propio dentro de la escena vintage europea con esfuerzo propio, calidad interpretativa y salvajes presentaciones dignas de su género. Los años han pasado y en sus placas se puede notar: los matices han cambiado, la fuerza es notable y las líricas más afiladas. Rolas con duración mayor que denotan a un grupo maduro que logra construir melodías que llevan a sus escuchas por distintos ambientes hasta meterlos en ellos.

Labyrinth fue grabado y mezclado por Charlie Paschen en los Big Snuff Studio de Berlín, quien dirigió a Patrick Fülling en las voces, Marco Rischer y Ingo Börner en las guitarras, Richard Behrens en el bajo y Marcus Töpfer en la batería. Esta alineación recorrió los laberintos internos de la mente y del alma para crear una serie de rolas energéticas llenas de riffs e instantes memorables.


Para promoción del disco, Heat lanzó el video de "Loving devotion", mismo que contiene escenas de Trip intercaladas con otras de la banda tocando en un pequeño bar. En sus imágenes podemos ver el Dodge Charger V8 quemando sus llantas sobre el asfalto, mismo que termina manchado de sangre tras las peleas y los disparos que buscan la muerte y la venganza.

"Loving devotion" es una rola de riff directo que inmediatamente muerde y no suelta al que lo escucha. Una vez infectados, el cuerpo queda hipnotizado en una tétrica atmósfera de ansiedad que busca romper con cualquier atadura. Su puente quiebra las sensaciones hasta volverlas dulces y sosegadas, pero todo ello nuevamente se torna hosco y violento gracias a un profundo grito hecho por Fülling.



Desde el fondo de la melodía, un teclado interpretado por el propio Paschen hace acto de aparición para aletargar el paso de la canción. Poco a poco todo se torna mórbido, ácido y pesado, en un tributo directo por aquel viejo doom setentero. Los solos de guitarra interrumpen el momento para hacernos recordar que la energía eléctrica es la que busca sacudirnos las neuronas en una salvaje danza de acordes directos.

La canción acaba y a su vez una gran pelea en el antro se da por terminada. El viajero deja tras de si los restos de la confrontación. Sube al escenario, deja desangrar a los heridos y continua su paso sin tocar a los integrantes de la banda. Lo único que mata al silencio es el sonido de los amplificadores encendidos y las quejas de los moribundos.


"No hay a dónde correr, no hay dónde esconderse. Dando vueltas sobre este circuito tomo la carga que es difícil soportar y no interfiero el paso. Trataré de ignorar la cuota que impone este camino, aunque ésta me queme por dentro. Las emociones chocan dentro de mi mente. La libertad sólo podrá ser alcanzada a través del dolor. Apago las luces, cierro los ojos y permito que esta devoción explote, abandonándome hasta desaparecer..."


Tras la presentación del Labyrinth, la banda sufrió un cambio en su alineación: Ingo abandonaba a Heat, pero sería sustituido por Matthias Schult. Desde entonces, el grupo se ha encontrado girando por Europa, alternando con gente como Saint Vitus, Brutus, Goatsnake, Castle, Wedge, Ruby the Hatchet y Kadavar. Mientras esperamos una continuación a esta pequeña joya alemana, les dejamos el disco completo y la película de Riedel para completar el viaje...


Trip, Armin Riedel: https://vimeo.com/78984069



No hay comentarios:

Publicar un comentario